viernes, 3 de abril de 2009

EL ANFITEATRO DE FLAVIO



Uno de las visitas clasicas de Roma que mas me impactaron fue el COLISEO ROMANO o como se lo conocia en épocas lejanas: el anfiteatro de Flavio.

Es sin duda la obra más representativa del arte romano, siendo símbolo de la grandeza y poderío del imperio . Su construcción se realiza por mandato de Vespasiano en el año 72 d.C, y se inaugura en el año 80, bajo el reinado del emperador Tito, la historia de sus añadidos y restauraciones es continua. Disponía 80 filas de gradas y albergaba 109,000 espectadores.

La emocion de estar parado en esas escalinatas de piedra es inenarrable ya que asoman a nuestra mente lo leido y visto en decenas de peliculas del genero.
Recuerdos de luchas...de tanta sangre derramada...
Se atribuye el origen de estos combates a los sacrificios humanos que hacían los etruscos en los funerales de los grandes personajes para aplacar los manes de éstos.
La moda influyó para que se reemplazaran con luchas entre dos esclavos. Bajo el imperio, esos juegos se reglamentaron y se llegaron a dar combates en que quinientas parejas de gladiadores.Los gladiadores eran condenados a muerte, esclavos, cautivos de guerra y a veces también hombres libres ansiosos de popularidad.

Todos antes de comenzar los juegos, se colocaban en fila delante de la tribuna del emperador para gritar «Ave, César Imperator, morituri te salutant» (Salve, César emperador; los que van a morir te saludan).

Terminado el combate,el emperador escuchaba la opinión de la muchedumbre sobre si habían luchado como era debido. Si todos agitaban el pañuelo al caído se le perdonaba la vida.
En caso negativo, la gente volvía hacia abajo el puño con el pulgar tieso y el gladiador era rematado por el vencedor.
El gladiador victorioso era recompensado con riquezas y conseguía ganarse las simpatías del público. El más preciado honor que podían obtener era el sable de madera (rudis) símbolo de liberación.

Luego de los combates, se comprobaba la muerte de aquellos infelices, tocándolos con un hierro candente, esos juegos sangrientos, que con sólo imaginarlos nos horrorizamos, hacian las delicias del pueblo romano.

En el año 1980, la Unesco declaró el centro histórico de Roma, incluido el Coliseo, Patrimonio de la Humanidad.
Desde 2000, las autoridades mantienen el edificio iluminado durante 48 horas cada vez que en algún lugar del mundo se le conmuta o aplaza una sentencia de muerte a un condenado.

Este monumento de la Roma Clásica ha sido designado una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo y como a toda maravilla... !no podemos dejar de verla!

1 comentario:

  1. faltaria agregar q' tambien se hacian simulacros de batallas navales, eliminaban parte del pavimento e inundaban la arena con agua,eran los tiempos del emperador Dominiciano, este tipo era todo un personaje, fue el que quiso matar a San Juan Evangelista y lo hizo echar en un caldero de aceite hirviendo,pero cuenta la leyenda que "salió más joven y más sano de lo que había entrado", y fué su victoria en el viaje a través del fuego purificador y su renovación espiritual que le llevó a la isla de Patmos, también alegoría de la nueva vida en el Paraíso.
    wooooo pura patraña, pero revela los rasgos del forro de Dominiciano

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