martes, 14 de agosto de 2012

CURIOSIDADES SEXUALES EN NUEVA GUINEA,PERU Y MEXICO



En Papúa, Nueva Guinea, existe una tribu bautizada con el nombre de "Pueblo Sambia" Su peculiaridad reside en que los hombres y las mujeres viven separados unos de otros, como si de dos comunidades distintas se tratase.
Los niños y niñas de la tribu Sambia no pueden jugar juntos y revueltos, ni siquiera tratarse o mirarse.
Cuando los varones alcanzan los siete años de edad, abandonan los brazos de sus madres para integrarse en la comunidad masculina donde se practican relaciones sexuales entre ellos; los recién llegados deben iniciarse a un ritual en el que han de practicar felaciones a los adultos y tragarse su semen para, supuestamente, adquirir todo el vigor, la virilidad y la fuerza del sexo masculino.
Cuando los jovenes adquieren la mayoría de edad, tienen la opción de elegir pareja entre las muchachas núbiles de la tribu para perpetuar su descendencia, aunque para la mayoría de estos jóvenes el contacto con el sexo femenino supone un trauma al estar tan acostumbrados a tener relaciones sexuales con otros hombres.


En Perú, los indios Moches o Mochicas eran en su mayoría homosexuales y dejaban patente sus prácticas sexuales en todo tipo de objetos de uso cotidiano, sobretodo en vasijas de barro y cerámicas, tal y como atestiguan piezas de arte rescatadas de muchas tumbas moches descubiertas recientemente.
Por lo visto, cuando los conquistadores españoles arribaron a Perú y pudieron comprobar las prácticas sexuales de los Moches, éstos no dudaron en reprimir duramente a los nativos, en castigarlos y en destrozar cualquier objeto u obra de arte que recordase aquella manera de entender la sexualidad que iba contra las creencias católicas. En "La Crónica de Perú", se citan a los capitanes españoles Pacheco y Olmos como los que censuraron cruelmente las costumbres Moches.


En "La Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España" de Bernal Díaz, se cuenta que los Huastecos, nativos que vivían cerca del Golfo de México allá en el siglo X, eran todos homosexuales y que rendían culto al falo con adolescentes que asumían el papel de sacerdotes de Quetzalcoalt.
En sus rituales sagrados, eran práctica corriente aplicarse enemas por puro placer y el cacique, gobernante de Cempoala, era atendido por jóvenes esclavos sexuales.

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